Todas esas personas, que somos muchas, que en algún momento de nuestras vidas hemos visto en la política aquella herramienta parar poder cambiar las cosas de nuestro día a día, en gran medida nos hemos visto desilusionadas por cómo funciona el sistema.
El ser padres es un momento clave. Nos empezamos a preocupar por las guarderías, colegios, horarios, profesorado, becas… queremos lo mejor para nuestros hijos y entonces se nos enciende la bombilla de la curiosidad por ver como funciona el sistema. En ese momento nos sale la vena reivindicativa, miramos de entrar en algún AMPA, Consejo Escolar, en una Asociación de Vecinos o quizás en un partido político o alguna asociación vinculada a la actividad social, con el objetivo de aportar ideas y savia nueva e ilusión.
Nos cuesta horrores compaginar el trabajo, los hijos y sus extraescolares con el mantenimiento de la casa, los cuidados de la familia en general y de nuestros mayores. Leer los mails del colegio/guardería o instituto para pagar excusiones, recordar los días de huelga, enterarnos de cuándo es la próxima “Mostra”; la obra de teatro que sale nuestra hija y que tenemos que grabar para los abuelos o el día que tiene que ir de negro porque van a hacer un baile de fin de curso, ya saben.
Es tal el ritmo frenético de vida, que poco a poco acudir al AMPA, AFA, Consell Escolar, ejecutiva o reunión de la asociación se hace cada vez más cuesta arriba. Un auténtico puzle. Hay que recoger la ropa, preparar la comida para mañana, excursiones de los niños, el concierto de música, y el partido de Baloncesto, Balonmano o Fútbol del próximo fin de semana. No digamos si además, estudiamos algún master o curso. La muerte, vamos.
Así que con estos antecedentes, nos damos cuenta que las reuniones arriba mencionadas, avanzan poco. Comisiones inútiles, reuniones vacías, problemas que se plantean hace meses o años y a las que no se dan respuestas… y poco a poco ves en la política esa poca gracia que muchos te habían advertido y no habías querido ver. Quizás algún día, a alguien le pueda dar por presentarse a ser un cargo electo, y una vez ahí, darse cuenta que al final, hay tantos intereses por encima del problema que quieres solucionar, que después de innumerables horas, falta de sueño, reuniones interminables y dejar de atender a tus tareas de padre, madre o hijo, te das cuenta que casi nada ha valido la pena. Porque aunque veas en el Facebook, Twitter, o Instagram, que se han aprobado las mociones de algunos partidos políticos con la mayoría del pleno, luego los que gobiernan pueden pasarse por el arco del triunfo todo eso. Luego los plenos podrían hacerse en el TMC. Un carnaval de máscaras al más puro estilo veneciano.
Recuperar la Farmacia 24h, colocar más bancos en Rda. Del Este-Urgell, medidores de CO2 en las aulas de colegios e institutos, remodelar el pabellón de Can Serra… mociones de la oposición aprobadas en el pleno… silencio. Primero los partidos… y además no se sonrojan porque están muy curtidos. Por eso son grandes partidos, por eso nos gobiernan.